Esta campaña contra el
desperdicio alimentario repartirá 70.000
táperes y se extenderá a 6
50 locales de hostelería de Navarra.
El Consorcio de Residuos,
promotor de esta campaña de reparto de envases, está integrado por el
Gobierno de Navarra, a través del Departamento de Cohesión
Territorial, y por un total de 15 entidades locales de gestión de
residuos: Alto Araxes, Ayuntamiento de Baztán, Bidausi, Bortziriak,
Eska Salazar, Irati, Malerreka, Mairaga, Mendialdea, Montejurra,
Sangüesa, Sakana, Ribera Alta, Ribera y Valdizarbe.
La campaña se presentó dentro de la Semana Europea de Prevención de
Residuos en la Comunidad Foral con el objetivo de favorecer el reparto
de envases compostables, en los cuales los clientes de bares y
restaurantes puedan llevarse la comida sobrante.
Los táperes
son de material compostable para que, una vez usados -ya que
podrán reutilizarse tantas veces como se quiera-, se puedan depositar
en un compostador o en el contenedor orgánico, el conocido como quinto
contenedor.
Junto a los táperes, los locales de hostelería repartirán también bolsas
y manteles individuales para cada comensal. El papel de las
bolsas y los manteles están fabricados en Navarra por Smurfit Kappa
Sangüesa con materias primas
renovables procedentes de áreas forestales locales gestionadas
de forma sostenible y certificada.
Las bolsas de papel reutilizables que protagonizan esta campaña, para
evitar el desperdicio alimentario y la prevención de residuos, están
elaboradas con fibras de celulosa que se extraen del entresacado de
árboles y del procesamiento de desechos de la industria de la madera
aserrada, son reciclables y biodegradables, y se descomponen en un
periodo de dos a cinco meses. Evitarán la utilización de bolsas de
plástico para transportar el envase.
Además, los restaurantes y bares participantes señalarán, por medio de
los 160.000 manteles que también ilustran esta campaña, la invitación
a los clientes a aprovechar los excedentes de comida ya elaborada por
medio del lema “Me lo llevo / Nik
eramango dut”.
En la restauración comercial y colectiva el desperdicio supera el 13%
del volumen total comercializado. Las mayores cantidades se producen
en los platos elaborados con un 20% y en frutas y verduras con un 15%.
Los restos en el plato, responsabilidad en parte del comensal,
alcanzan el 30%.
El menú puede ser una buena herramienta para controlar el desperdicio
de alimentos. Debe ser programado con anterioridad para evitar gastos
innecesarios, tanto económicos como medioambientales.
Elaborar un menú es una labor compleja, por ello, desde el Consorcio
de Residuos de Navarra queremos apoyar y reconocer la importante labor
que desarrolla la hostelería en su trabajo de evitar desperdicio en su
quehacer diario.
Cada
restaurante tira una gran cantidad de desperdicio alimentario
procedente de los menús.
Se calcula que pueden ser unos 3.000 euros de valor, al año, los que
van directamente a la basura.
¡Cada alimento es demasiado bueno para tirarlo!